
Según el informe de Perspectivas Macroeconómicas y Desempeño de África 2025 del Banco Africano de Desarrollo (BAfD), el crecimiento económico del continente muestra señales de mejora. Se prevé que el Producto Interno Bruto (PIB) real aumente un 4,1% en 2025 y un 4,4% en 2026, impulsado por reformas económicas, disminución de la inflación y mejoras en las posiciones fiscales y de deuda.
Desafíos persistentes
A pesar de estas perspectivas positivas, el informe destaca que el crecimiento proyectado aún está por debajo del umbral del 7% necesario para una reducción significativa de la pobreza. África continúa enfrentando tensiones geopolíticas, debilidades estructurales, desastres climáticos y conflictos prolongados en regiones como el Sahel y el Cuerno de África. En 2024, se estima que el crecimiento promedio del PIB real fue del 3,2%, ligeramente superior al 3,0% registrado en 2023.
Inflación y estabilidad fiscal
El informe señala que, aunque las presiones inflacionarias persisten, se espera que la tasa de inflación promedio en África disminuya del 18,6% en 2024 al 12,6% en 2025-2026, gracias a políticas monetarias más estrictas. Los déficits fiscales se ampliaron ligeramente del 4,4% del PIB en 2023 al 4,6% en 2024, pero se proyecta que se reduzcan al 4,1% para 2025-2026. Los niveles de deuda pública se han estabilizado, aunque permanecen por encima de los niveles previos a la pandemia, con nueve países en situación de sobreendeudamiento y once en alto riesgo de caer en ella.
Recomendaciones políticas
Para fortalecer la resiliencia económica de África, el BAfD recomienda una mayor coordinación entre las políticas monetarias y fiscales para controlar la inflación y fomentar el crecimiento. Además, insta a los países a reforzar sus reservas internacionales para protegerse de choques externos y depreciaciones monetarias, y a considerar reestructuraciones de deuda preventivas para evitar incumplimientos y mejorar la estabilidad financiera. A mediano y largo plazo, se enfatiza la necesidad de invertir en infraestructura integrada para impulsar la transformación económica y la diversificación, así como mejorar el entorno empresarial mediante reformas regulatorias que atraigan inversión privada.
Conclusión
Aunque África muestra un desempeño económico en fortalecimiento, sigue siendo vulnerable a las perturbaciones globales. La implementación de políticas decisivas y coordinadas será crucial para sostener el crecimiento y avanzar hacia la reducción de la pobreza en el continente.